sábado, 21 de marzo de 2009
COMO DOCENTES, TENER EN CUENTA
• Debemos utilizar los recursos que nos ofrece la psicomotricidad, como forma de mejorar la relación interpersonal, la comunicación, y el respeto, en toda la comunidad escolar, convirtiéndolo en una característica de nuestra cultura como grupo.
• Favorecer y desarrollar el trabajo en equipo y la superación de las diferencias y conflictos (aplicando técnicas psicomotrices).
• Desarrollar una actitud de "escucha" emocional, verbal y corporal que, desde la empatía y la asertividad, responda a las necesidades ambientales (contexto, padres y madres, niños/as, educadoras/es) y ofrezca respuestas (corporales, verbales y emocionales) ajustadas a las mismas; progresar, hacia un diálogo tónico emocional, satisfactorio y enriquecedor.
• Estar abiertos y permanecer atentos a las diferentes necesidades y grupos, (padres, niños/as y entorno) para ajustar y ofrecer unas respuestas adecuadas.
• Llevar a cabo una metodología abierta, intencional y programada que, a partir de la psicomotricidad vivenciada, integre distintas perspectivas y nos permita observar y descubrir las potencialidades psicomotrices infantiles, estimular su expresividad (nivel de iniciativa, creatividad y simbolización, control, disfrute y autonomía), respetar sus formas de manifestación comunicativa y ayudarles a ajustar las posibles distorsiones (bloqueos, agresividad, inhibición, inestabilidad y desajustes), a superarlas y/o a canalizarlas simbólicamente a través de manifestaciones susceptibles de ser aceptadas en sus relaciones con los demás.
• Investigar, analizar, reflexionar, ajustar, definir como grupo y ejercitar en la intervención un conjunto de actitudes y de procedimientos de observación que lleven a potenciar las capacidades e iniciativas infantiles y que nos permitan caminar hacia esa pedagogía de la escucha global, el descubrimiento, el respeto, y la respuesta ajustada a las necesidades infantiles.
• Seguir profundizando en el estudio teórico-práctico de la psicomotricidad, teniendo como referencia el actual marco de conocimientos y de intervención técnica para la etapa y para las especificidades del primer y segundo ciclo; el que refleja nuestras señas de identidad, a partir de nuestras propias aportaciones.
• Partir del actual currículum psicomotor, como la guía que fundamente y matice nuestra intervención educativa en todo lo referente a prácticas psicomotrices, incluida la actitud y relación de fondo que preside nuestra práctica global y cotidiana en el aula.
• Cuidar y evaluar con carácter permanente, la calidad y organización de los espacios, tiempos, materiales e instrumentos de observación y registro psicomotriz al servicio de los anteriores objetivos.
• Desarrollar, mediante técnicas apropiadas (observación, ... ) una evaluación formativa, sistemática y retroactiva del proceso al servicio de las necesidades psicomotrices infantiles, incluyendo todos sus componentes, y registrarla en instrumentos flexibles elaborados al efecto.
• Elaborar programaciones sistemáticas con todos los contenidos psicomotrices de la etapa 0-6.
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